Una de las habitaciones que visitamos era un taller en el que tres chicos estaban cosiendo alpargatas, en otra de las habitaciones estaban realizando velas de decoración y escritorios, en otra hacían libretas, agendas, cajas, bolsas, etc. Todos estos productos los venden en el puesto número 15 del Mercado Navideño de Santander, situado en el Paseo Pereda. También los distribuyen a los comercios que previamente se los han encargado. La hermana superiora nos enseñó las instalaciones de la cocina, donde cocinaban dos chicas para unas ciento setenta personas diarias, también visitamos el comedor, el servicio de lavandería y el economato. La visita nos resultó interesante por la gran labor que hacen estas mujeres, y todo el apoyo que tienen de la gente e instituciones. Nos sorprendió cuando nos contó que en este momento de crisis muchas familias demandan su ayuda y cómo se la prestan con total discreción. Esta institución depende de La Iglesia, por lo que aprendimos su gran labor social. Cuando finalizó la visita, dimos un agradable paseo por Santander.
Celia López y Ricardo Suárez
