El premio de las Letras está en posesión de autores como José Hierro, Juan Rulfo, Ángel González, Mario Vargas Llosa, Camilo José Cela, Claudio Rodríguez, Carlos Fuentes, Francisco Umbral, Günter Grass, Augusto Monterroso, Doris Lessing, Arthur Miller, Susan Sontag, Paul Auster, Amos Oz y Margaret Atwood, que lo ganó en 2008.
Esta es una representación de algunas de sus mejores obras;
El general del ejército muerto (1963)
--Género: Novela
--Tema: El sentido de vivir
--Contenido: Historia novelada de Albania de la postguerra (s.XIX). Identidad nacional
--Sinopsis. Después de la segunda guerra mundial y firmado por los gobiernos italiano y albanés un acuerdo, un general italiano marcha a Albania con la misión de desenterrar y rescatar a todos los soldados muertos de su ejército. La ridícula embajada del general se va empequeñeciendo cada vez más según va conociendo al pueblo albanés y estos al general. En ambos, el general y el pueblo albanés, el autor refleja la diferencia de este pueblo albanés con otros, debido a las guerras intestinas o con otros países que han tenido a lo largo de muchos siglos, entre otras cosas por su situación geográfica, entre el oriente turco y el occidente. Al igual que la "besa" o palabra dada, sagrada para el pueblo albanés, en esta obra aflora el rencor, el odio, el deseo de venganza por sus sufrimientos, más que centenarios, milenarios.
--Género: Alegórico
--Tema: Los excesos de la tiranía
--Sinopsis:Es alegoría de los extremos a los que llega el poder absoluto. Situado en la capital del Imperio Otomano, narra la historia de Mark-Alem, un hombre que, después de mucho intentarlo, logra entrar a trabajar en el Palacio, en el que se analizan los sueños de todos los súbditos en busca de señales de rebelión o disidencia. Los sueños son estudiados, clasificados y seleccionados, y cada semana se elige un Sueño con mayúsculas que, debidamente interpretado, condicionará las decisiones del Sultán. La sensación que deja la novela es agobiante, alucinatoria. El universo gris y opresivo en que se mueve Mark-Alem es kafkiano, y su ascenso a través de la escala jerárquica del palacio, igual de inexplicable que en El proceso. La novela incluye también varios pasajes oníricos que contribuyen a acentuar esa sensación de desaliento y desorientación que comparte en protagonista y el lector.
No hay comentarios:
Publicar un comentario