LA SEMANA DEL TERROR

Se ha celebrado la semana gráfica del terror en las que se han hecho diversas actividades, de las que destacamos la exposición de una selección de relatos de terror o un concurso de relatos “terroríficos”. Los relatos no podían tener más de dos páginas de extensión y había dos premios por cada ciclo. El premio consistía en una novela de terror. La entrega de premios se celebro el día 31 de Octubreen el segundo recreo. Se ambientó la biblioteca con luces y velas con relación de el día de hallowen .
Os presentamos el relato de una de las ganadoras del concurso, ELENA ALVAREZ CANAL, de 3ªC




Un nuevo comienzo

Corro por el bosque. Estoy agotado, pero no puedo detenerme. El impulso es demasiado fuerte. Sé que cuando llegue ya no estará, pero quiero asegurarme de que es cierto, de que el viento ha disuelto su último suspiro. Soy demasiado tozudo. Es uno de mis fallos. Las ramas me golpean el cuerpo sin piedad, las espinas se me clavan como cuchillas, en el pecho y las piernas. Quiero cerrar los ojos, pero quiero hacerlo.
Por fin llego. Es una mansión gigantesca. Habíamos prometido no volver a entrar, no contárselo a nadie, alejarnos de ella. Pero algo se ha llevado a mi amiga. La primera vez que entramos había sido la última. Era invierno y nevaba. Fuimos a refugiarnos y nos trataron bien, con gentileza y dulzura. Pero yo entré en el cuarto prohibido y se quitaron la máscara de cortesía para dejar al descubierto su verdadero yo. Entendimos de golpe la causa de que aquí no viva nadie que no sea del “club” de la mansión, si se puede llamar así. Pero esta vez no hay nadie, el polvo adorna los muebles mostrando su abandono. Oigo un ruido, pero son las ratas. El corazón se me acelera. Tengo miedo. Jack sale del salón.
-¿Quién eres?- Me pregunta. Su voz es áspera y desagradable. No me da buenas vibraciones.
Yo, esto...- Mi voz suena débil- ¿Está María?- Consigo decir.
-¡No! ¡Y ahora vete!- Da un portazo. Dudo , pero me acerco a la puerta. Algo pasa dentro. Están hablando. Pongo atención.
Es el momento- dice uno
-¿Tienes a la chica?- Ese es Jack

Alguien viene hacia mí. Miro buscando un sitio en el que esconderme, pero no hay ninguno, así que corro para acurrucarme detrás del sofá. Sube las escaleras. Al volver trae algo consigo. No me atrevo a asomarme. Vuelve al salón y deja la puerta entreabierta. Me asomo por ella y los veo. Jack es el único con aspecto normal, los otros parecen muertos. Y en el centro está María. Quiero gritar. Tengo ganas de chillar. Pero no puedo. No quiero que me encuentren. . Quiero irme. Estoy paralizado. ¡Socorro! ¿Alguien me oye? Me equivocaba. María está, pero no por mucho tiempo. Sale un hombre de las cajas. Tiene el cuello cortado en línea recta. La cabeza la tienen colgando, y en el mano derecha lleva un cuchillo, un cuchillo, un cuchillo¡un cuchillo! No consigo alejar mis ojos de él. Se acerca a María. Estoy confundido. Se lo clava en el estómago y con un rápido gesto, le levanta la cabeza. Ella no grita. ¿Por qué no grita? Abro los ojos. Ya está muerta desde el principio. La miro, está de pie. Se sostiene sola. Tiene una marca en la frente. Todos la tienen. Ella no es la única...¿zombi?
-Bienvenida al mundo- dice el hombre del corte.
Todos salen de las cajas. Me fijo en cómo es el salón. Tiene columnas por todas partes. Un recuerdo viene a mi mente. Intento alejarlo, pero se cuela entre mis pensamientos. Un hombre con un cuchillo, una niña de pelo negro, el tío Fran...Es el cuarto prohibido. Todos son “eso”. Ya entiendo.
Aquí no vive nadie. Están muertos. No quiero aceptarlo. Salgo corriendo. Cierro los ojos. No sé por dónde voy.
Tiempo después, mientras huía corriendo, me caí por una cuesta y perdí la conciencia. Recuerdo un cuarto oscuro. Ahora soy uno de los suyos. Me quitaron el dolor que, en ese cuarto, se convirtió en mi muerte.